Nuestros partidos políticos, de izquierda, derecha, centro, al lado, nacionalistas, separatistas o de lo que se les antoje, se diferencian solamente, creo yo, en la manera de concebir estas reglas y en su aplicación.
Claro está que en el medio también se diferencian en cómo se consigue poder manejar la economía.
La izquierda siempre ha sido y será fascista, no hay ni un solo país de "izquierdas" que haya traído la paz, la concordia y la buena administración de los recursos disponibles. Ni un solo país.
Nuestro patrimonio nacional se está resquebrajándose literalmente. Un claro ejemplo es los presupuestos autonómicos de Asturias. Fíjense ustedes, la izquierda aumenta sus impuestos para obtener 115 millones más de euros que irán, es lo que quieren, a gasto, a aumentar el numeroso ya ejército de funcionarios que embrollan, impiden y confunden a los trabajadores y posibles inversores en una maraña de papeles digna del mayor despropósito inimaginable.
¿Cabe en la cabeza más obtusa mayor despropósito? Pues si, en la del Presidente Barbón y su piara de consejeros, expertos y enchufados.
Pero tal parece que a los votantes les trae al pairo el tema. Votan lo que oyen y en el peor de los casos lo que se les aconseja..."por su bien"...muy de izquierdas, ya se sabe que el gobierno no se equivoca en nada y el ciudadano debe consentir en todo.
Aquí, ahora, el poder judicial ya no está en entredicho, está materialmente hundido, la economía no existe como tal y el inversor y creador de puestos de trabajo está mal, pero que muy mal considerado por decirlo suavemente.
La UE ya advierte descaradamente a España (el gobierno) que los números no cuadran y que hay que apretarse el cinturón, sin tapujos y ya con unas incipientes, pero serias, advertencias.
Miren ustedes el ejemplo el ejemplo de Asturias, no les dije que han reducido la horas de la jornada laboral, han aumentado entonces las extras y como no se pueden justificar, deben ser eliminadas con la creación de más puestos de trabajo que implica más gasto e impuestos. Es el ABC de los despropósitos. Claro que una forma de crear puestos de trabajo, reduzcamos la jornada aún más, a 15 horas mensuales por ejemplo, aumentemos más gasto, más impuestos y menos productividad. Ya me dice mi nieto de tres años, "¿pero Tito, cómo no lo entienden?"
Debe ser que han sacado la carrera detrás de las barricadas o...que nunca han estudiado ni entendido. Bueno, siempre cabe crear puestos de trabajo de calidad: aumentemos nuestros representantes políticos, en 3.000.000 por ejemplo, se acabaría con el paro...pero mucho me temo que todos ciegos.
¿Cómo puede existir personajes tipo Ábalos? Es un misterio.
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